Tras la marcha de María Cristina al exilio, la regencia la desempeñó interinamente el gobierno presidido por Espartero, según lo establecido en la Constitución de 1837, en lo que se llamó “Ministerio-Regencia”, hasta que las Cortes decidieran. En la Constitución respecto de la regencia se decía: “hasta que las Cortes nombren la regencia será gobernado el reino provisionalmente por el padre o la madre del rey y en su defecto por el Consejo de Ministros”.
La primera medida que tomó el nuevo gobierno fue dar satisfacción a la principal reivindicación de los progresistas, que había motivado la revolución de 1840 suspendió la Ley de ayuntamientos sancionada por María Cristina. A continuación convocó elecciones a Cortes que se celebraron el 1 de febrero de 1841 y que dieron una amplia victoria al Partido Progresista, debido en parte al retraimiento del Partido Moderado, lo que desvirtuaba el resultado y desnaturalizaba la esencia misma de un régimen parlamentario y representativo. Así que a falta de verdadera oposición al gobierno, por la ausencia de los moderados en las Cortes, ésta la asumió una parte del propio partido progresista, como se pudo comprobar cuando se empezó a discutir la cuestión de la regencia.
En el debate en las Cortes sobre la regencia se produjo la división en el seno del Partido Progresista entre “unitarios” y “trinitarios”. Los primeros, también llamados “esparteristas”, defendían que la regencia la desempeñara una única persona, y que esa persona debía ser el general Espartero, mientras que los segundos, temerosos del enorme poder que iba a tener el general, propusieron una regencia compuesta por tres personas, una de las cuales sería Espartero. Para los “trinitarios” una regencia compuesta de tres personas implicaba un equilibrio mayor entre elementos civiles y militares y un control más preciso, por tanto, de la Regencia, recordando la trayectoria de María Cristina.
Así que cuando las nuevas Cortes, inauguradas el 19 de marzo de 1841, votaron cuántas personas debían formar la regencia, los “esparteristas” ganaron la votación con 153 diputados a favor de la regencia única, pero los “trinitarios” consiguieron un resultado notable pues 136 diputados apoyaron la regencia a tres. Así, Espartero pudo comprobar que el apoyo de sus socios de gobierno, los progresistas, no iba a ser ni unánime ni incondicional. Finalmente el 10 de mayo, el general Espartero fue elegido regente por las Cortes por 179 votos, aunque el candidato “trinitario” Agustín de Argüelles consiguió el apoyo de 110 diputados, un resultado nada despreciable, que se unió a su elección como presidente del Congreso de los Diputados y como tutor de la reina Isabel II.
https://es.wikipedia.org/wiki/Baldomero_Espartero
Comentarios
Publicar un comentario